Cometa 3I/ATLAS: La NASA Revela Nuevas Imágenes

Última actualización: 21/11/2025

cometa 3i/atlas

En un hito histórico para la astronomía moderna, la NASA publicó el 20 de noviembre de 2025 nuevas observaciones del cometa 3I/ATLAS, marcando una campaña de observación sin precedentes que involucró a doce misiones espaciales diferentes. Este extraordinario visitante cósmico, proveniente de más allá de nuestro Sistema Solar, está ofreciendo a los científicos una oportunidad única para estudiar material formado alrededor de otra estrella.

El Descubrimiento del Cometa 3I/ATLAS: Un Momento Histórico

El cometa 3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio de 2025 por la estación del Sistema ATLAS de Río Hurtado en Chile, cuando ya se encontraba adentrándose en el sistema solar interior. Este descubrimiento marcó un momento crucial en la astronomía, ya que se trata del tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa nuestro vecindario cósmico, después de los enigmáticos 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov.

Lo que hace especialmente fascinante a este visitante es su naturaleza cometaria evidente. Cuando fue descubierto, 3I/ATLAS estaba a unos 670 millones de kilómetros del Sol, dentro de la órbita de Júpiter, moviéndose a una velocidad relativa de 61 km/s. Su trayectoria hiperbólica confirmó inmediatamente su origen extrasolar, despertando el interés de la comunidad científica internacional.

Confirmación de su Naturaleza Cometaria

Las observaciones realizadas el 2 de julio de 2025 por varios telescopios mostraron una coma marginal y una cola corta de tres segundos de arco de longitud angular, lo que indica que el objeto es un cometa. Esta confirmación fue crucial, ya que permitió clasificarlo definitivamente como un cometa activo, no como un asteroide interestelar como ‘Oumuamua.

La detección temprana del cometa 3I/ATLAS permitió a los astrónomos de todo el mundo prepararse para una campaña de observación coordinada sin precedentes. Los telescopios terrestres y las misiones espaciales se alinearon para capturar cada detalle posible de este raro visitante antes de que desapareciera para siempre en las profundidades del espacio interestelar.

Imágenes Inéditas del Cometa 3I/ATLAS Capturadas por la Misión Psyche

Una de las contribuciones más significativas a esta campaña de observación provino de la misión Psyche de la NASA, originalmente diseñada para estudiar el asteroide metálico del mismo nombre. Psyche rastreó el cometa 3I/ATLAS durante ocho horas, entre el 8 y el 9 de septiembre de 2025, cuando el cometa se encontraba a unos 53 millones de kilómetros de la nave espacial.

Estas observaciones resultaron fundamentales para refinar los cálculos sobre la trayectoria del cometa. La nave espacial, en ruta hacia el cinturón de asteroides, aprovechó su posición estratégica para capturar cuatro conjuntos de datos detallados que están ayudando a los astrónomos a predecir con mayor precisión el recorrido futuro de este visitante interestelar.

Tecnología al Servicio de la Ciencia

La capacidad de Psyche para realizar estas observaciones demostró la versatilidad de las misiones espaciales modernas. Aunque sus instrumentos están optimizados para estudiar asteroides metálicos, demostraron ser excepcionalmente útiles para analizar un cometa activo proveniente de otro sistema estelar.

Las cámaras multiespectrales de la nave capturaron imágenes en diferentes longitudes de onda, revelando detalles sobre la composición de la coma del cometa y la distribución del polvo en su cola. Estos datos complementan las observaciones realizadas desde otras perspectivas, creando una imagen tridimensional completa del objeto interestelar.

La misión Psyche demostró que incluso las naves espaciales diseñadas para objetivos específicos pueden contribuir significativamente a descubrimientos científicos inesperados cuando surgen oportunidades únicas en el espacio.

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Observaciones del Cometa 3I/ATLAS Desde Marte: Una Perspectiva Privilegiada

El momento más espectacular de esta campaña de observación llegó cuando el cometa pasó cerca del planeta rojo. El 3 de octubre de 2025, 3I/ATLAS pasó por Marte a una distancia de 30,6 millones de kilómetros, y desde allí fue observado por tres naves espaciales de la NASA.

Esta proximidad proporcionó una oportunidad excepcional para estudiar el cometa desde ángulos imposibles de lograr desde la Tierra. Las múltiples naves en órbita marciana y el rover en su superficie trabajaron en conjunto para crear un registro observacional sin precedentes.

El Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO)

El Orbitador de Reconocimiento de Marte capturó una de las imágenes más cercanas del cometa el 2 de octubre de 2025, cuando el cometa estaba a unas 29,9 millones de kilómetros de distancia de la nave espacial. Estas imágenes revelaron detalles sin precedentes de la coma y la estructura del cometa interestelar.

El instrumento HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment) del MRO, conocido por capturar imágenes espectaculares de la superficie marciana, fue reorientado hacia el cometa. Las imágenes resultantes mostraron estructuras en la coma del cometa que no habían sido visibles desde la Tierra, incluyendo posibles chorros de material emanando del núcleo.

Imágenes Ultravioletas de MAVEN

El orbitador MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution) aportó una perspectiva única al capturar imágenes en el espectro ultravioleta. El 9 de octubre de 2025, MAVEN obtuvo imágenes ultravioletas que ayudarán a los científicos a comprender la composición del cometa, revelando información sobre los átomos de hidrógeno liberados por la sublimación del hielo.

Estas observaciones ultravioletas son particularmente valiosas porque revelan la presencia de agua en el cometa. Cuando el hielo de agua sublima, libera átomos de hidrógeno que brillan en longitudes de onda ultravioleta, creando una extensa nube alrededor del núcleo cometario que es invisible para el ojo humano.

Perseverance Desde la Superficie Marciana

Incluso el rover Perseverance participó en esta campaña histórica. El 4 de octubre de 2025, el rover Perseverance capturó imágenes del cometa interestelar 3I/ATLAS desde la superficie de Marte, mostrando al visitante como una tenue mancha contra un fondo estrellado desde el cráter Jezero.

Esta fue la primera vez que un objeto interestelar fue fotografiado desde la superficie de otro planeta. Las imágenes capturadas por las cámaras Mastcam-Z de Perseverance, aunque muestran al cometa como un punto débil debido a la distancia, representan un hito histórico en la exploración espacial.

El equipo del rover tuvo que planificar cuidadosamente las observaciones, aprovechando los períodos de oscuridad en Marte para maximizar la visibilidad del cometa contra el cielo nocturno marciano.

Características Únicas del Cometa Interestelar 3I/ATLAS

El cometa 3I/ATLAS presenta particularidades que lo convierten en un objeto de estudio extraordinario. Su núcleo tendría entre 320 metros y 5,6 kilómetros de diámetro, superando en tamaño a sus predecesores, y ha llegado a alcanzar velocidades de hasta 246.000 kilómetros por hora durante su paso por nuestro sistema solar.

Esta gran incertidumbre en el tamaño del núcleo se debe a la dificultad de observar directamente el núcleo a través de la brillante coma que lo rodea. Los científicos están utilizando múltiples técnicas para refinar esta estimación, incluyendo el análisis de la cantidad de luz reflejada y la tasa de producción de gas y polvo.

Un Fósil Espacial de Antigüedad Asombrosa

Un estudio de julio de 2025 dirigido por el equipo de Matthew Hopkins estimó con un 68% de confianza que 3I/ATLAS tiene entre 7.600 y 14.000 millones de años, lo que lo convierte en un verdadero fósil del universo primitivo. Esta edad excepcional significa que el cometa es significativamente más antiguo que nuestro propio Sistema Solar, que tiene aproximadamente 4.600 millones de años.

Si estas estimaciones son correctas, el cometa 3I/ATLAS se formó cuando el universo era mucho más joven, posiblemente en una de las primeras generaciones de sistemas estelares. Este objeto habría sido testigo de miles de millones de años de historia galáctica, viajando a través del espacio interestelar mucho antes de que existiera nuestro Sol.

La antigüedad extrema del cometa sugiere que podría contener materiales prístinos de las primeras épocas de formación estelar en nuestra galaxia, potencialmente incluyendo elementos y compuestos que son raros o ausentes en objetos más jóvenes.

Trayectoria y Velocidad Extremas

El cometa sigue una trayectoria hiperbólica alrededor del Sol con una excentricidad orbital de 6,14 y una velocidad de exceso hiperbólico muy rápida de 58 km/s con respecto al Sol. Estos parámetros confirman inequívocamente que el objeto no está gravitacionalmente ligado al Sol y que, tras su visita, continuará su viaje interestelar hacia el espacio profundo.

Una excentricidad orbital de 6,14 es extraordinariamente alta. Para comparar, una órbita circular tiene una excentricidad de 0, una órbita elíptica tiene valores entre 0 y 1, y una órbita parabólica tiene exactamente 1. Cualquier valor mayor que 1 indica una órbita hiperbólica que no está cerrada alrededor del Sol.

La velocidad de exceso hiperbólico de 58 kilómetros por segundo significa que, incluso después de que la gravedad del Sol haya reducido su velocidad durante el acercamiento, el cometa todavía tendrá suficiente energía cinética para escapar completamente de nuestro Sistema Solar y continuar su viaje interestelar indefinidamente.

Campaña Global de Observación del Cometa 3I/ATLAS Sin Precedentes

Tom Statler, científico principal de cuerpos menores del sistema solar en la NASA, describió la campaña comparándola con «naves espaciales de la NASA en un partido de béisbol, viéndolo desde distintos puntos del estadio», cada una aportando una perspectiva única y valiosa.

Esta metáfora captura perfectamente la naturaleza colaborativa y multidimensional de las observaciones. Cada nave espacial, desde su posición única en el Sistema Solar, pudo observar diferentes aspectos del cometa, creando un conjunto de datos mucho más rico que el que habría sido posible desde una sola ubicación.

Misiones Heliofísicas Observando Tras el Sol

Un aspecto crucial de esta campaña fue la capacidad de observar al cometa cuando pasaba detrás del Sol desde la perspectiva terrestre. El Observatorio de Relaciones Solares y Terrestres (STEREO) de la NASA captó imágenes desde el 11 de septiembre hasta el 2 de octubre, proporcionando datos durante un período en que los telescopios terrestres no podían observarlo directamente.

Las naves STEREO, posicionadas en puntos estratégicos que les permiten observar el Sol desde diferentes ángulos, tuvieron una vista privilegiada del cometa durante su paso más cercano al Sol. Estas observaciones fueron cruciales para mantener un seguimiento continuo del objeto y para estudiar cómo interactuaba con el viento solar.

Adicionalmente, el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), una misión conjunta entre la NASA y la ESA, observó el cometa entre el 15 y el 26 de octubre, completando el registro de su paso por las regiones interiores del Sistema Solar.

SOHO, que orbita en el punto Lagrangiano L1 entre la Tierra y el Sol, tiene una posición ideal para observar cometas que pasan cerca del Sol. Sus coronógrafos, diseñados para bloquear la luz solar directa y estudiar la corona solar, también son excelentes para detectar cometas cerca del perihelio.

Participación de Misiones de Exploración de Asteroides

La misión Lucy, actualmente en ruta para estudiar los asteroides troyanos de Júpiter, también hizo su aporte. El 16 de septiembre de 2025, Lucy tomó una serie de imágenes del cometa 3I/ATLAS desde 386 millones de kilómetros de distancia, que al superponerse revelaron detalles valiosos sobre la coma y la cola del visitante interestelar.

Aunque Lucy estaba mucho más lejos que otras naves, su perspectiva única desde el sistema solar exterior proporcionó información complementaria valiosa. Las imágenes capturadas desde esta distancia ayudaron a los científicos a comprender la estructura a gran escala de la cola del cometa y cómo cambiaba con el tiempo.

Colaboración Internacional

El orbitador ExoMars Trace Gas Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA), que orbita el planeta rojo desde 2016, se encontraba aproximadamente diez veces más cerca del cometa que los telescopios terrestres, y capturó imágenes desde un ángulo inaccesible para estos últimos. Esta colaboración internacional ejemplifica cómo la comunidad científica global trabaja unida para maximizar el valor de eventos astronómicos únicos.

El Trace Gas Orbiter, equipado con instrumentos de alta resolución diseñados para estudiar la atmósfera marciana, redirigió temporalmente sus observaciones hacia el cometa. Esta flexibilidad en las misiones espaciales modernas permite aprovechar oportunidades científicas inesperadas sin comprometer los objetivos primarios.

La colaboración entre la NASA y la ESA en esta campaña demuestra el valor de mantener múltiples activos espaciales en diferentes ubicaciones del Sistema Solar. Cuando surge una oportunidad como el paso de un cometa interestelar, estas redes de naves espaciales pueden coordinarse rápidamente para maximizar el retorno científico.

Composición Química del Cometa 3I/ATLAS y Significado Científico

Los análisis preliminares de la composición del cometa han revelado características sorprendentes. Diversos telescopios mostraron que la coma del cometa tenía un color rojizo indicativo de polvo, similar al del anterior cometa interestelar 2I/Borisov, sugiriendo algunas similitudes en su composición superficial.

El color rojizo es típico de materiales orgánicos complejos que han sido irradiados por rayos cósmicos durante largos períodos de tiempo. Esta coloración puede proporcionar pistas sobre la edad del cometa y las condiciones a las que ha estado expuesto durante su largo viaje interestelar.

Actividad Temprana y Volátiles Exóticos

El Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA había observado a 3I/ATLAS antes de su descubrimiento, con observaciones del 7 de mayo al 3 de junio de 2025, mostrando que el cometa ya era brillante y activo incluso cuando se encontraba aproximadamente a 6,4 UA del Sol en mayo de 2025. Esta actividad temprana indica que la sublimación del cometa probablemente se debe a hielos volátiles más exóticos que el agua, como monóxido de carbono o dióxido de carbono.

La mayoría de los cometas del Sistema Solar no se vuelven visiblemente activos hasta que están mucho más cerca del Sol, típicamente dentro de 3 unidades astronómicas. El hecho de que el cometa 3I/ATLAS ya mostrara actividad significativa a 6,4 UA sugiere una composición inusualmente rica en volátiles de baja temperatura.

El monóxido de carbono (CO) y el dióxido de carbono (CO₂) subliman a temperaturas mucho más bajas que el agua, lo que permite que estos hielos comiencen a vaporizarse incluso a grandes distancias del Sol. Esta característica sugiere que el cometa 3I/ATLAS se formó en una región extremadamente fría de su sistema estelar original.

Señales de Radio y Contenido de Agua

Recientemente, se difundió que el 3I/ATLAS registró dos marcas en el espectro radioastronómico, con la huella de moléculas de hidroxilo (OH) absorbiendo emisión de fondo en dos líneas clásicas de radioastronomía, 1665 y 1667 MHz, lo que significa que el fenómeno contiene o libera compuestos con agua. Este descubrimiento confirma la presencia de agua en el cometa, un componente fundamental para comprender su origen y evolución.

El radical hidroxilo (OH) es un producto de la fotodisociación del agua. Cuando la radiación ultravioleta del Sol interactúa con moléculas de agua liberadas por el cometa, las divide en hidrógeno y hidroxilo. La detección de OH en las frecuencias de radio características es una firma inequívoca de la presencia de agua.

Este descubrimiento es particularmente significativo porque demuestra que los cometas interestelares comparten al menos algunos componentes básicos con los cometas de nuestro Sistema Solar. El agua es un ingrediente fundamental en la formación de sistemas planetarios, y su presencia en objetos de diferentes orígenes estelares sugiere que es común en toda la galaxia.

La presencia combinada de agua y compuestos orgánicos en el cometa 3I/ATLAS refuerza la hipótesis de que los cometas podrían ser vectores importantes para la distribución de los ingredientes necesarios para la vida a través de la galaxia.

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Comparación del Cometa 3I/ATLAS con Otros Visitantes Interestelares

El 3I/ATLAS se trata del tercer objeto interestelar confirmado que pasa por el sistema solar, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Cada uno de estos visitantes ha aportado información única sobre la diversidad de objetos que pueblan nuestra galaxia.

La detección de tres objetos interestelares en menos de una década ha transformado nuestra comprensión de cuán común es el material interestelar en nuestro vecindario cósmico. Los modelos teóricos ahora sugieren que podría haber varios objetos interestelares atravesando el Sistema Solar en cualquier momento dado, aunque la mayoría son demasiado pequeños o demasiado oscuros para ser detectados con la tecnología actual.

1I/’Oumuamua: El Enigmático Pionero

‘Oumuamua, descubierto en 2017, causó sensación por su forma alargada inusual y su aceleración no gravitacional. Su naturaleza exacta sigue siendo objeto de debate, con hipótesis que van desde un cometa desgasificante hasta especulaciones más exóticas.

La forma de ‘Oumuamua, estimada en una proporción de aproximadamente diez a uno entre su longitud y anchura, es única entre los objetos observados en nuestro Sistema Solar. Su superficie extremadamente reflectante y su rotación compleja añadieron más misterio a su naturaleza.

La aceleración no gravitacional observada en ‘Oumuamua, aunque pequeña, fue estadísticamente significativa. La explicación más plausible es que se debió a desgasificación asimétrica, similar a lo que se observa en cometas, pero sin la coma visible típica. Esto podría indicar que ‘Oumuamua era un cometa con una composición inusual o que había perdido la mayoría de sus volátiles superficiales durante su largo viaje interestelar.

2I/Borisov: Un Cometa Más Convencional

El cometa Borisov, detectado en 2019, demostró ser más similar a los cometas de nuestro Sistema Solar, con una actividad cometaria clara y bien definida. Al igual que 2I/Borisov, el cometa 3I/ATLAS tiene una estructura de rocas y hielo, lo que facilita su clasificación y estudio comparativo.

Borisov mostró una coma prominente y una cola bien desarrollada, características clásicas de un cometa activo. Los análisis espectrales revelaron la presencia de moléculas como cianógeno (CN) y diatómico de carbono (C₂), compuestos comunes en los cometas del Sistema Solar.

Una de las observaciones más interesantes de Borisov fue que su razón de producción de monóxido de carbono a agua era más alta que la típica de los cometas del Sistema Solar, sugiriendo que se formó en un ambiente más frío o que tuvo una historia de procesamiento diferente.

3I/ATLAS: El Más Grande y Antiguo

El cometa 3I/ATLAS destaca por ser potencialmente el objeto interestelar más grande, rápido y antiguo observado hasta la fecha, ofreciendo una oportunidad sin precedentes para estudiar material primordial de otro sistema estelar.

Con un tamaño estimado que podría alcanzar los 5,6 kilómetros de diámetro, 3I/ATLAS sería significativamente más grande que ‘Oumuamua (estimado en unos 400 metros) y posiblemente más grande que Borisov (cuyo núcleo se estimó en menos de 1 kilómetro).

Su velocidad extremadamente alta y su edad potencial de más de 10 mil millones de años lo convierten en un objeto verdaderamente excepcional. Si las estimaciones de edad son correctas, este cometa podría haber estado viajando a través del espacio interestelar desde antes de la formación de nuestro Sistema Solar.

El Futuro del Cometa 3I/ATLAS: ¿Cuándo Podremos Verlo Nuevamente?

El cometa alcanzó su punto más cercano al Sol el 30 de octubre de 2025, a tan solo 210 millones de kilómetros. Ahora, el objeto está emergiendo del otro lado de nuestra estrella, haciéndose visible nuevamente para los telescopios terrestres.

El perihelio, o punto más cercano al Sol, es el momento de máxima actividad para la mayoría de los cometas. En este punto, la radiación solar es más intensa, causando la mayor tasa de sublimación de hielos y creando las comas y colas más espectaculares.

Máxima Aproximación a la Tierra

El cometa 3I/ATLAS alcanzará su máxima cercanía a la Tierra el 19 de diciembre de 2025, a una distancia segura de unos 274 millones de kilómetros, casi el doble de la distancia que nos separa del Sol. Esta distancia garantiza que no representa ningún peligro para nuestro planeta.

Para poner esta distancia en perspectiva, Marte en su punto más cercano a la Tierra está a unos 55 millones de kilómetros. El cometa 3I/ATLAS pasará a una distancia aproximadamente cinco veces mayor, completamente fuera de cualquier zona que pudiera representar un riesgo para la Tierra.

Sin embargo, esta distancia aún permitirá observaciones valiosas desde telescopios terrestres avanzados. Los astrónomos aficionados con equipos apropiados podrían incluso capturar imágenes del cometa durante su máxima aproximación, aunque aparecerá como un objeto muy débil en el cielo.

Adiós Definitivo al Sistema Solar

Tras su paso por las regiones interiores del Sistema Solar, el cometa 3I/ATLAS continuará su viaje hacia el espacio interestelar, alejándose definitivamente de nuestro vecindario cósmico. Su trayectoria hiperbólica significa que nunca regresará, haciendo de esta visita un evento verdaderamente único en la vida.

A medida que el cometa se aleje del Sol, su actividad disminuirá gradualmente. Los hielos volátiles dejarán de sublimarse, la coma se disipará y eventualmente el objeto se convertirá en un punto oscuro e indetectable mientras continúa su viaje interestelar.

Los científicos estiman que el cometa 3I/ATLAS tardará decenas de miles de años en abandonar completamente la influencia gravitacional del Sol y retornar al espacio interestelar verdadero. Durante este tiempo, seguirá moviéndose más rápido que la velocidad de escape, asegurando que nunca será capturado gravitacionalmente por el Sol.

Una vez que regrese al espacio interestelar, el cometa continuará su viaje a través de la galaxia, posiblemente durante miles de millones de años más, hasta que eventualmente pase cerca de otro sistema estelar. Es fascinante considerar que en un futuro distante, este mismo objeto podría visitar otro sistema planetario, ofreciendo a hipotéticas civilizaciones alienígenas una ventana a la composición de nuestro vecindario galáctico.

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