Última actualización: 24/05/2025
En un movimiento que podría transformar radicalmente la forma en la que interactuamos con la tecnología, OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, ha unido fuerzas con el reconocido diseñador Jony Ive para desarrollar un nuevo dispositivo basado en inteligencia artificial y libre de pantallas, cuya ambición no es menor: reemplazar al smartphone tradicional.
Este ambicioso proyecto, aún en fase de desarrollo, ha captado la atención global no solo por su propuesta tecnológica, sino también por la envergadura de las mentes detrás de él. Jony Ive, célebre por haber sido el diseñador estrella de Apple y el padre del iPhone, se ha aliado con Sam Altman, CEO de OpenAI, para dar forma a un producto que podría marcar el comienzo de una nueva era tecnológica: la era post-smartphone.

Un nuevo paradigma: sin pantallas, sin distracciones
El nuevo dispositivo, del que aún no se conocen imágenes oficiales, será compacto, del tamaño de un bolsillo, y tendrá como núcleo un potente sistema de inteligencia artificial diseñado para interactuar de forma natural con el entorno y el usuario. La idea es que la tecnología esté presente, pero de forma menos intrusiva, funcionando más como un asistente invisible que como una pantalla que exige atención constante.
La propuesta se basa en la idea de que los smartphones actuales, aunque revolucionarios, han generado problemas de adicción, distracción constante y ansiedad en los usuarios. Altman e Ive buscan revertir esta tendencia apostando por un nuevo dispositivo que «desaparece» físicamente, pero que sigue ofreciendo asistencia inteligente.

Inversión multimillonaria y talento de alto calibre
El proyecto cuenta con una inversión inicial de más de 6.000 millones de euros, una cifra que demuestra el nivel de compromiso y la expectativa que genera esta propuesta. Además, Altman ha adquirido la start-up «LoveFrom», fundada por Ive, lo que consolida aún más la colaboración entre ambos.
Con este respaldo económico y técnico, el objetivo es construir un dispositivo que no solo sea innovador desde el punto de vista del hardware, sino también revolucionario en su interfaz de usuario, incorporando interacciones por voz, gestos y contexto, sin la necesidad de pantallas táctiles.
¿Un reemplazo real para el smartphone?
La pregunta clave es si este nuevo dispositivo logrará realmente reemplazar al smartphone, o si terminará siendo una curiosidad más en el mundo de los gadgets experimentales. En el pasado, otras compañías han intentado algo similar, pero sin el mismo nivel de impacto. Sin embargo, la combinación del legado de diseño de Ive y el poder de la IA generativa de OpenAI podría marcar la diferencia.
Mientras tanto, otros gigantes tecnológicos también se mueven en esta dirección. Meta, por ejemplo, ha lanzado gafas inteligentes en colaboración con Ray-Ban, capaces de grabar videos, tomar fotos y recibir instrucciones por voz. Google, por su parte, sigue explorando alternativas como la realidad aumentada para reducir la dependencia de las pantallas.
Este panorama sugiere una tendencia clara: las grandes compañías están buscando dispositivos que se integren de forma más orgánica en la vida cotidiana, eliminando la necesidad de mirar constantemente una pantalla.
Una visión del futuro más humana
Lo más interesante de esta propuesta no es solo la tecnología, sino la filosofía que la impulsa. Ive y Altman comparten la visión de una tecnología más humana, menos adictiva y más consciente del bienestar del usuario. Se trata de poner la inteligencia artificial al servicio de la atención, no de la distracción.
Aunque el nuevo dispositivo aún no tiene fecha oficial de lanzamiento, se espera que en los próximos meses se revelen más detalles. Si el proyecto cumple con lo que promete, podríamos estar presenciando el nacimiento de una nueva categoría tecnológica que, como en su momento lo hizo el iPhone, cambie para siempre nuestra relación con los dispositivos digitales.